¿¿¿ HEIL KASNER (ALIAS MERKEL) ???

“Ser brillante no es ninguna gran hazaña si no respetas nada.”

 

–       Johann Wolfgang von Goethe

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Contrario a formar opinión sin elementos para tener un criterio basado en hechos, la figura de Ángela Merkel siempre me llamó la atención en esa su aparición por aparente carambola. Forma parte de la colección de líderes aparecidos en los últimos tres lustros no sólo en los escenarios europeos sino también mundiales que parecen haber llegado para contribuir al caos.

Como deseo centrar mi atención al continente europeo que parece pasar por sus peores momentos en su andadura hacia una auténtica unión de socios de lo que una vez quiso ser un mercado único, solamente consideraré a aquellos que han pasado y ahora siguen ejerciendo el poder en lo que se ha venido a denominar “crisis del Euro”.

Aznar, Berlusconi, Blair, Brown, Chirac, Prodi, Rodríguez Zapatero, Schröder, Sócrates, y un sinfín más han ocupado máximas responsabilidades de gobierno en sus respectivos países en el marco de la Unión de los 27. Dejaron sus cargos pero sus actos han dejado la herencia de la torre de Babel que es la UE hoy. Algunos se han reubicado después de dejar sus responsabilidades estatales, como son los casos de Durao Barroso o Van Rompuy, para ejercer puestos de máxima responsabilidad en los órganos de poder de Bruselas. Otros se han pasado al sector privado a cambio de suculentos honorarios para seguir ejerciendo su influencia.

Sin embargo, ninguno ha marcado tanto la agenda como lo ha hecho Ángela Dorothea Kasner, hija de un teólogo evangelista que decidió migrar precisamente a la RDA cuando el flujo era en sentido contrario en aquellos años del milagro alemán de la república federal.

Realmente, ¿qué se sabe de esta mujer que hoy mangonea en Europa?

A parte de que fuera apadrinada por nada menos que Helmut Kohl en la década de los ’90 y que hoy es la canciller de Alemania con potestad sobre toda la UE, la mayoría ignora que esta mujer, a pesar de haber nacido en Hamburgo, creció y se educó (la trasladaron con pocas semanas de vida) en las formas de la Alemania oriental bajo influencia soviética, que su padre estaba tan bien considerado dentro del régimen de la RDA que disponía (todo un privilegio entonces) de coche oficial para el uso familiar y sus traslados (nada habitual en la RDA) a la otra Alemania, o que fuera miembro de la organización comunista Juventud Libre Alemana y hasta ostentó la responsabilidad de propaganda. Su verdadero apellido no es Merkel sino Kasner, adoptando el de Merkel al casarse en 1977 con un compañero de universidad (en la RDA) llamado Ulrich Merkel. Curioso que a pesar de separarse de su primer marido en 1982 y casarse después (1998) con el que fuera su profesor, Joachim Sauer, no dejó el apellido de su primer marido.

Con semejantes antecedentes y siendo foránea a los círculos del poder de la Alemania occidental, Ángela Merkel se ganó el afecto de Helmut Kohl hasta que por unas circunstancias que envolvieron al partido conservador germano en un escándalo de financiación ilegal, la Merkel arremetió hasta contra su mentor y causó la caída del entonces líder del CDU, su actual ministro de economía, Wolfgang Schäuble.

Ante las críticas cosechadas tras la cumbre europea a principios de diciembre en Bruselas cuyo colofón final lo acaba de poner Christine Lagarde, la actual Directora-Gerente del FMI, tengo que volver a preguntar el porqué la aparente sumisión de los líderes europeos (excepto David Cameron) a la canciller germana en asuntos europeos y de la crisis.

¿Debemos alabarla con una ronda de aplausos y un ‘¡Heil Merkel!’ por su tenacidad hasta conseguir que aceptaran su tesis para la UE?

O por el contrario, ¿deberíamos a empezar a cuestionar la legitimidad de esa autoridad que desea imponer sin ofrecer una garantía de sus dotes para gobernar del modo que los auténticos demócratas entendemos el ejercicio de la libertad sujeta a la voluntad de los ciudadanos?

Ayer, Ángela Kasner Merkel, ha vuelto a imponer su voluntad a Nicholas Sarkozy en esa ‘cumbre a dos’ que han celebrado en la cancillería germana de Berlín. Se acelera la ampliación del fondo de rescate mientras se vuelve a dejar sine die la aplicación de una tasa Tobin. 

Ante las imposiciones que ya han situado en relevantes altos cargos a personas no elegidas en sufragio universal, sino nombrados a dedo por consenso para calmar los mercados, debemos estar alertas porque podríamos estar ante una próxima usurpación de nuestro legítimo derecho de elegir a quiénes queremos que nos gobiernen.

Fernando Fuster-Fabra

Barcelona