LA CUMBRE DE PRIMAVERA DE LOS 27 DEBIÓ MARCAR UN HITO CAMINO A LA CONSOLIDACIÓN EUROPEA CON UNIÓN ALREDEDOR DEL DENOMINADO PACTO POR EL EURO PERO AL CIERRE DEL ENCUENTRO, LA UNIÓN EUROPEA PARECE MENOS CONSOLIDADA EN ESA ENCRUCIJADA QUE AFECTA A VARIOS FRENTES ………….
Hace dos fines de semana, volvieron a reunirse los líderes europeos en dos sesiones, como ya viene siendo habitual. Primero se reúnen todos los 27 y después los 17 del Eurogrupo o eurozona, o vice-versa, según el tema más prioritario que tengan en agenda.
Al anunciar los asuntos prioritarios, el Presidente Permanente Van Rompuy mencionó la crisis en Libia y el Pacto por el Euro pero omitió, intencionadamente o por olvido, el tema candente del día – la dimisión del Primer Ministro luso, José Sócrates tras el rechazo parlamentario de su plan de estabilidad y crecimiento para Portugal.
Una docena de días después del inicio de esa cumbre de líderes europeos, muchas más cosas han sucedido en muchos otros estados que ponen en duda o alteran el orden político establecido en los distintos estados miembros de la Unión.
Si Portugal entraba en periodo pre-electoral después de la negativa de la oposición a apoyar el programa del primer ministro dimisionario, en Bélgica, después de casi 300 días, los partidos se apresuran para formar un gobierno sin pensar ya en resolver el problema vigente entre valones y flamencos.
En Alemania, el gobierno presidido por Ángela Merkel comenzó marzo perdiendo las elecciones en la ciudad-estado de Hamburgo, para tener un breve respiro en las elecciones en Sajonía-Anhalt, para acabar hundiéndose unos días después en el länder de Baden-Württemberg mientras que seguirá en la oposición en Renania-Palatinado. Como añadido a la dimisión forzada de su Ministro de Defensa y heredero in pectore al verse pillado plagiando en su recién obtenida tesis doctoral, la Merkel debe decidir que hacer tras el anuncio precipitado de su Ministro de Asunto Exteriores y socio liberal que no optará a la presidencia de su partido, FDP, después de la derrota de los últimos comicios regionales.
A Nicholas Sarkozy, tampoco le van las cosas del todo bien al perder unas elecciones donde la ultra-derecha de Le Pen ha avanzado. Su popularidad está en mínimos, justo cuando se acercan elecciones presidenciales. Ostentando la presidencia de la G-20 como está, el ‘pequeño De Gaulle’ no pasa por su mejor momento ni ha estado muy acertado en su postura agresiva hacia el régimen dictatorial libio de Muamar el Gadafi. Las tensiones hacen peligrar el entente cordiale que mantiene con la Merkel desde el ‘contubernio de Deauville’, y que ha producido la política económica que gira alrededor del Pacto para el Euro y la supuesta nueva gobernanza económica de la Unión Europea.
En el Reino Unido, David Cameron ha visto la violenta reacción de la juventud a sus reformas y su socio liberal, Nick Clegg, parece haberse evaporado de la escena, tras ser acusado de haber mentido a su electorado.
En Irlanda, el nuevo gobierno se verá obligado a nacionalizar la totalidad de la banca privada, y aun así es dudoso que logre infundir credibilidad a la muy deteriorada imagen del país que pasó de ser considerado ‘el tigre de Europa’ a ser el centro de tejes manejes bancarios poco transparentes.
Italia sufre un particular calvario donde las aventuras y desventuras de alcoba de su primer ministro no dejan de dar titulares sorpresivas.
Y Rodríguez Zapatero acaba de anunciar que no se presenta a la reelección. Vientos de cambio en España sin saber exactamente hacia dónde soplará con mayor fuerza.
¿Qué decir de las sedes del poder europeo – Bruselas, Estrasburgo y Frankfurt?
Entre eurodiputados que pactan sobresueldos a cambio de encauzar leyes favorable a poderosos lobbies, otros que fichan maletas en mano, sin asistir a las sesiones pero sí cobrando sus dietas de esa jornada, Van Rompuy que ya ni se le escucha por respeto cuando esta parlamentando, Lady Ashton que no da pie con bola en ninguna de sus actuaciones, Durao Barroso que ya no sabe si está sentado o de pie cuando interviene, y el Trichet obsesionado con la inflación hasta el último día de su mandato, me pregunto si con tantas demoras e indecisiones, ¿Saben todos éstos que están ante una encrucijada y que con sus actuaciones podrían estar llevándonos a todos los europeos hacia un callejón sin salida?
Fernando Fuster-Fabra Fdz.
Consultor Estratégico en
Asuntos Europeos desde 1988