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DE LAS VALLAS DE MELILLA A LOS PERROS Y VALLAS DE CALAIS

Desde que escribí el primer post en octubre, 2005 sobre la inmigración en pateras y las vallas en las ciudades españolas lindando con Marruecos – http://inmigracionpaterasyvallas.blogspot.com.es/ , han pasado casi 10 años. Europa ni supo resolver entonces como dije un año después en 2006 – http://inmigracionasignaturapendienteeuropea.blogspot.com.es/ , ni ha sabido resolver hasta la fecha.

Perdido en la búsqueda de causas, los dirigentes europeos y los tecnócratas enchufados en los estamentos burocráticos de la Unión Europea ya ni se atreven a decir palabra sobre soluciones que tengan efecto positivo sobre el flujo de inmigración irregular en territorio Schegen.

El resultado ha sido que hoy, el problema ya ha llegado al Canal de la Mancha y amenaza con una invasión de sujetos venidos en patera a territorio británico, supuesto baluarte inviolable anti-Schengen desde la puesta en marcha en 1995 de dicho acuerdo transfronterizo europeo.

Estos días, ha saltado a las noticias los intentos de numerosos inmigrantes irregulares a cruzar desde la Europa continental a través del Eurotúnel para llegar al Reino Unido. Las reacciones xenófobas británicas no se han demorado y los más reaccionarios han pedido medidas de todo tipo para frenar totalmente dicho movimiento.

En una conversación telefónica anoche entre David Cameron y François Hollande, éste último prometió perros y más vallas en el puerto francés de Calais para frenar el flujo hacia el otro lado del Canal de la Mancha. Cameron por su parte intenta calmar a los reaccionarios británicos prometiendo más dureza. El saldo ya es de 9 muertos desde junio y los acampados en Calais no han desistido en su intento a pesar de ello.

¿Por qué actúa Francia ahora para calmar al Reino Unido y no antes cuando la inmigración irregular comenzó a afectar a países firmantes del pacto de Schengen como son España, Italia, Malta, Portugal y la propia Francia?

¿Qué hace Frontex ubicado en Polonia ante estos movimiento migratorios procedentes no sólo de África sino también de países de Medio Oriente y Asia?

En 1992, varios expertos entregamos un informe sobre los flujos migratorios previsibles y los efectos que tendría sobre los países firmantes del Acuerdo de Schengen de 1985. En ese «libro blanco» se predijo lo que sucedería y las herramientas que había que emplear para evitar un impacto socio-económico sobre los territorios europeos receptores de dicha previsible invasión pacífica de personas en busca de una mejor calidad de vida.

La falta de solidaridad de los británicos es bien conocida y después de las elecciones el pasado mayo, David Cameron tiene un compromiso de revisar los vínculos del Reino Unido con la Unión Europea. Hasta tiene el compromiso de convocar un referéndum sobre la permanencia británica en la Unión.

Todo ello hace suponer que los incidentes de Calais y el Eurotúnel servirán para caldear más el ambiente sobre el tema europeo entre los ciudadanos del socio desganado al otro lado del Canal de la Mancha.

La pregunta es – ¿A dónde se dirige Europa en temas tan vitales como los derechos fundamentales de las personas, sean ciudadanos de pleno derecho, inmigrantes con o sin papeles?

El asunto es más preocupante de lo que parece y los ciudadanos éticos no podemos dejar que unos líderes marioneta de intereses creados nos hagan cómplices de la violación de la Carta de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas y de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea. 

Calais

LA UNIÓN DE EUROPA EN LA ENCRUCIJADA: HACER O MORIR

Los problemas no se pueden resolver con el mismo rango de pensamiento que las creó.”

–       Albert Einstein

 

Versión en inglés: http://wp.me/pv6EY-7S

Hace unos días se celebró la cumbre G-20 de los líderes mundiales en Cannes. Como era de esperar, no se tomaron decisiones para resolver la crisis económica que afecta la estabilidad de un buen número de países. Ni siquiera se habló de establecer cortapisas a los abusos especulativos que brotan al compás de las calificaciones de unas agencias propensas a provocar alarma con sus suposiciones. Allí habían acudido los principales líderes europeos representando a la Unión Europea además de Alemania, Francia, Italia y Reino Unido como miembros de pleno derecho, con España y Países Bajos como invitados.

A pocas millas habían quedado sobre la mesa en Bruselas la crisis griega con amenaza de referéndum y la tormenta italiana que se avecinaba. Hoy, la crisis en el país heleno aun no se ha resuelto aunque su primer ministro electo (Papandreu) ha tenido que dimitir y otro nombrado (Papadimos), sin elecciones, en su lugar. Algo parecido sucedió en Italia apenas hace unas horas, con la caída de Berlusconi tras la aprobación de las reformas exigidas con el nombramiento de Monti para sustituirle.

Dos nuevas figuras no elegidas por las respectivas ciudadanías, asumen las respectivas tareas; tecnócratas como se les define, sin parar a analizar sus estrechos vínculos a las estructuras financieras que diría yo han sido parte y arte de toda esta lamentable situación. Lukas Papadimos fue vice-presidente del BCE de 2002 hasta 2008 cuando gobernaba Jean Claude Trichet mientras que Mario Monti no sólo fue comisario europeo sino también consultor del notorio banco norteamericano, Goldman Sachs.

Además, en noviembre también ha tenido lugar el relevo en el BCE con el italiano Mario Draghi pasando a ocupar el sillón que ocupó Trichet desde 2003 hasta el pasado octubre. Esta es otra figura vinculada a la banca (Goldman Sachs) causante de más de un terremoto financiero, entre las cuales habría que destacar el asesoramiento al gobierno griego en la etapa del conservador, Kostas Karamanlis, cuando se falsearon las cuentas estatales en los informes a Bruselas.

Lo irónico en este circo es que cayera el legítimamente elegido Papandreu por querer convocar un referéndum para aprobar sus propuestas pero nadie ha hablado de imputar a Karamanlis ni a Goldman Sachs, por haber mentido ex profesamente, causando el efecto dominó sobre las economías más débiles de la Eurozona.

Por lo tanto, no sólo se ha dejado pasar la ocasión en Cannes para establecer globalmente unas medidas reguladoras y supervisoras de la gran banca, así como de las agencias de calificación sino que se ha ido permitiendo un paulatino trasvase de antiguos directivos de esa banca y figuras afines a la misma hacia relevantes puestos en el elenco jerárquico de la UE y los gobiernos de sus estados.

Además, la postura norteamericana ha dado un giro de 360 grados de Pittsburgh a Cannes. Con elecciones en 2012, Obama no quiere arriesgar un enfrentamiento con posibles contribuyentes a su campaña, entre los que habría que destacar la gran banca norteamericana y el poderoso lobby judío. Deja a Europa a su suerte, sobre todo porque no comparte la postura tajante germana en ciertas cuestiones de procedimiento y tiempos. Ni la mediación del presidente francés y flamante padre de una niña sirvieron para suavizar las tensiones. Es más, sabe que a pesar de la crisis el Euro sigue cotizando fuerte, asunto que beneficia al Dólar USA para facilitarle sus exportaciones al viejo continente y restar competitividad a los países europeos en su comercio con el resto del mundo.

Lo que parece haber pasado desapercibido en toda esta semana de tensión europea tras la cumbre de Cannes es que los fiscales de Múnich ordenaron un registro de las oficinas de Deutsche Bank en relación con el célebre ‘caso Kirch’. A pesar de la muerte del magnate de comunicaciones, Leo Kirch, prosigue la demanda contra el Deutsche Bank, con su consejero-delegado saliente, Josef Ackerman, en el ojo del huracán. Tal relevancia debe tener el asunto que Ackerman ha anunciado que renuncia a intentar acceder a la presidencia del banco, asunto nada sencilla después de la reforma de la ley bancaria en Alemania en 2009; dicha reforma establece un periodo de gracia de 2 años antes de que un antiguo ejecutivo pudiera acceder a la presidencia de un banco con la única salvedad de que el 25% de los accionistas así lo decidieran.

Ángela Merkel ha ocultado muchos detalles de los entresijos de las decisiones tomadas en relación con la gran banca alemana entre 2005 y 2011, así como de su pacto personal con Gerhard Schröder, en un asunto tan vital como la energética que se camufló con la llamada ‘gran coalición’. Pocos conocen la testaruda tenacidad de Merkel que le ha llevado desde ser una joven enrolada en las juventudes comunistas de la antigua RDA a ser ‘la chica’ del conservador, Helmut Kohl. Su ascenso fue una carambola tras un escándalo que se llevó por delante al elegido por Kohl para sucederle, Wolfgang Schäuble, actual ministro de economía del gobierno Merkel.

Es por eso que tampoco nadie parece haber dado importancia al anuncio estos días de la inauguración de la puesta en marcha de la Operación Nord Stream, el gasoducto pactado entre Rusia y Alemania, con el beneplácito de Francia, Países Bajos y Reino Unido, desde Vyborg (Rusia) hasta Greifswald (Alemania) por debajo del Mar Báltico. Por parte rusa figurará la estatal Gazprom como suministradora de gas natural y se ha constituido la alemana, Nord Stream AG, para la construcción y las operaciones. Es curioso notar que el antiguo primer ministro Schröeder lleva vinculado al proyecto Nord Stream  y a Gazprom desde diciembre, 2005, o sea, un mes después de ceder el puesto a Ángela Merkel.   

Lo que afea aun más este asunto es el hecho que los socios poderosos de la UE se van a repartir el botín del gas ruso sin compartirlo con los otros socios del Báltico – Polonia, Estonia, Lituania y Letonia – ni tampoco han ofrecido, de momento, una conexión a los países escandinavos. Eso sí, el gas llegará al Reino Unido al otro lado del Canal de la Mancha.

Este proyecto es en detrimento del proyecto pan-europeo Nabucco que tiene como fin la construcción de un gasoducto desde Erzurum en Turquía hasta Baumgarten en Austria, precisamente para romper la dependencia de la UE al gas ruso. Los problemas con Gazprom en el suministro a través de Ucrania han dejado a Centroeuropa e Italia sin suministro fiable en más de una ocasión mientras que Turquía ha brindado sus facilidades como señal de su voluntad europeísta. Alemania vuelve a ponerle bola negra a un estado que lleva haciendo más méritos para su ingreso en la UE que otros estados ya aceptados.

Con socios que exigen al sur sacrificios pero no comparten sus pactos beneficiosos con estados extra-comunitarios, no es de extrañar que la unión de los 27 cada día sea una tarea mucho más dura. Encima, los que imponen condiciones interpretan el Pacto de Estabilidad & Crecimiento de manera que se obliga aplicar soluciones con pensamiento convencional, en la misma línea en la que se creó el problema.

Mientras mangonee la Medea de nuestro siglo en Europa, el camino será el equivocado y el distanciamiento entre socios cada vez mayor. ¿Cuánto habrá que esperar hasta que Merkel sea enviada a su destierro?    

Fernando Fuster-Fabra

Barcelona, España     

TEMPESTADES EN LAS ISLAS DE LA UNIÓN EUROPEA (III)

CUMBRES EXTRAORDINARIAS Y BILATERALES QUE SIRVEN DE POCO PARA RESOLVER CON AGILIDAD AQUELLO QUE ACABARÁ MINANDO LA UNIÓN DE LOS 27 …………. La imposición de la ‘posición dominante’ (eje Bonn-Paris) jamás conseguirá el efecto positivo del consenso hacia la acción única coordinada para la resolución de un problema común ….

La semana pasada tocó mesa bilateral germano-española justo la víspera de una cumbre extraordinaria de líderes europeos en Bruselas. Merkel venía a España con un doble propósito – dar la palmadita a Rodríguez Zapatero por conseguir el pacto social en la línea ‘recomendada’ por el tándem dominante en la UE y atraerle para que respaldara sus ‘condiciones ejemplares’ para la estructuración económica futura que los 27 debían aceptar a cambio de su visto bueno a la ampliación del ‘fondo de rescate’ para países miembros en dificultades.

La cumbre al día siguiente ha demostrado que muy lejos de estar todos unidos, la postura de la canciller alemana causa tanto pavor como rechazo entre los propios socios del centro y norte de Europa. Si bien es positivo que se establezcan ‘reglas de juego’ para el Club de los 27, es muy improbable que se logre un consenso con una postura prepotente que pretende imponer lo que ella ha llamado el ‘ejemplo alemán’ a sus socios.

En primer lugar, dicho ‘ejemplo’ no puede exhibirse como únicamente un logro del estado federal alemán porque hacerlo es faltar a la verdad. Alemania es hoy lo que es porque se ha beneficiado de la solvencia de una moneda única al cual ya hay 17 estados miembros adscritos. No hay que olvidar que el Euro ha pasado en poco más de diez años de un cambio oficial de 1 Euro = 0,8628 $USA (enero, 1999) a valer 1,37 $USA por cada Euro. Es evidente, que una moneda que después de una depreciación inicial frente al patrón Dólar se haya revalorizado hasta un 60% en este corto periodo de existencia, no puede ser ni una moneda débil ni puede ponerse en duda su solvencia. Menos aún puede cuestionarse su existencia como moneda común de los estados europeos que lo han adoptado como su moneda, entre ellos Alemania. De hecho la ‘prosperidad alemana’ que Merkel desea emplear como ejemplo para sus socios menos boyantes durante este periodo de coletazo de la crisis no es otra cosa que el efecto positivo del ‘mercado común europeo’ ya que 2 de cada 3 Euros ingresados por el estado federal alemán provienen de su comercio con países de la UE, mayormente de la Eurozona. Si bien es cierto que la fortaleza del Euro ha resultado perjudicial para la venta a países que operan en torno a la influencia del Dólar USA, Yen japonés, Franco suizo o Libra esterlina, al comerciar en un 67% directamente en Euros, sus exportaciones no se han visto perjudicadas ni su competitividad afectada. Otros países europeos cuyo comercio depende más de las exportaciones a países fuera de la UE y en divisas menos fuertes que el Euro, sí han visto su competitividad mermada y su volumen de negocio reducido.



Segundo, es importante destacar que el tan cacareada crecimiento espectacular de 2010 esconde varios trucos estadísticos que va en contra tanto de la calidad socio-laboral del trabajador alemán como del poder adquisitivo decreciente del ciudadano. El contraste se acentúa mucho más entre distintos länders desde los prósperos como Baviera, con un desempleo reducido de sólo un 3,5 % en la zona de Erlangen, a las zonas ex-RDA donde rondaba el 12,7% en 2010 aunque alcanzó el 18,7% en 2005. Por lo tanto, los valores promedio, como siempre, falsean la realidad tanto en número físico de parados en los cinco länders de la antigua RDA (aprox. 2 M en 2010) sumado al nuevo estado de Berlín (habitado mayoritariamente por ‘ossis’) en comparación a los 3.500 de Erlangen (población 100.000 con un paro del 3,5%) como en calidad del puesto de trabajo e integración social de la ciudadanía.

En tercer lugar, la Alemania que Merkel nos quiere vender como ejemplar consiste de una población de 82 M de ciudadanos, con casi 4 M de los antiguos ‘ossis’ rechazando hoy  por hoy su ciudadanía de la ‘Alemania unificada’ y la pertenencia del estado alemán al Club de los 27; todo ello, a pesar de que su reconstrucción se ha estado costeando tanto con el ‘impuesto de solidaridad germano’ (aplicado a los ‘wessis’ de la antigua RFA) y las subvenciones a fondo perdido de la UE. La masa laboral alemana ha ido mermando en cuanto a su capacitación y juventud hasta el punto que Alemania hoy sufre una insuficiencia de abastecimiento de mano de obra cualificada y profesionales técnicos.


Cuarto y último, si las entidades financieras alemanas se sometieran a las exigencias supervisoras y gubernamentales aplicadas en España para aplacar los mercados financieros que ponen en duda la solvencia de la banca española, el 50% de las entidades alemanas no pasarían el listón del aprobado, y por lo menos la mitad de las mismas o deberían ‘rescatarse desde el estado’ o declarar quiebra. Mientras no demuestre Alemania que es capaz de poner en vereda a sus propias entidades bancarias, no tiene autoridad moral para implantar ajustes fiscales en los otros estados de la Unión que padecen estas asfixias presupuestarios impuestas en nombre de un Pacto de Estabilidad & Crecimiento entre cuyos primeros incumplidores en 2003 estaban Alemania y Francia; precisamente el tándem franco-alemán es el que después del Contubernio de Deauville trazó esta malévola ruta de austeridad hacia la estabilidad pero sin considerar el igual de importante crecimiento que figura en el tan aludido pacto.

¿Qué nos vende, entonces, la Merkel-Medea, aspirante a heroína del momento y candidata a villana de la tragedia europea en esta ruta hacia un suicidio colectivo?

Fernando Fuster-Fabra Fdz.

Consultor Estratégico en

Asuntos Europeos desde 1988



TEMPESTADES EN LAS ISLAS DE LA UNIÓN EUROPEA (II)

1 Euro

 

CRISIS ECONOMÍCA PARA LA EUROZONA DE LOS 17 Y PARA LOS OTROS 10 SOCIOS DE LA UE …………. Pensar que los socios fuera del Eurogrupo van a librarse de las sacudidas que alcancen al Euro, es desconocer el verdadero funcionamiento interno de la Unión de los 27 y su vasta política común.

 

Viktor Orban & Herman Van Rompuy

 

El 17º miembro del Eurogrupo es Estonia, que se ha integrado al Euro a partir del 1º de enero de 2011. Me pregunto si es un presagio del empobrecimiento de la eurozona o el banderazo para el alejamiento de la entrada de los miembros solventes aun en periodo de espera. Si además consideramos que Hungría, un país en la ‘UVI económica’ (20.000 M Euros co-financiados por el  FMI, el Banco Mundial y la UE) desde 2008, preside el semestre del Consejo Europeo de gobernantes, los nubarrones parece que no tardarán en llegar.

 

Hungría arranca con mal pie su presidencia al ser apercibida con dos amonestaciones de Bruselas, una por su polémica nueva ley de prensa (que ahora dice dispuesta de frenar si Bruselas se lo pide) y otra por sus nuevos impuestos (que seguro que piensa que equilibrará su maltrechas cuentas estatales) a las empresas europeas en su territorio. Lo verdaderamente preocupante es que esta situación no sólo resultará incómoda para el gobierno húngaro en su turno de presidencia sino que dice muy poco a favor de la Unión Europea y su modus operandi de gobernanza. A estas alturas, tras un año de funcionamiento del Tratado de Lisboa y en plena crisis económica en su tercer año, las desavenencias internas entre socios de un proyecto común europeo hacen esperar algo peor que las tensiones entre la Comisión Europea y Francia por el asunto de la expulsión de los rumanos en el pasado semestre de presidencia belga.

 

¿Qué está sucediendo a la Unión y hacia dónde nos están dirigiendo los líderes, tanto del Eurogrupo como del Consejo Europeo?

 

Mientras los 5 Sabios que asesoran a Ángela Merkel insisten que el problema no es del Euro sino de los países del sur de Europa (PIIGS, Italia incluida) con sus abultados déficits (información que no se ajusta a la realidad general), Nicholas Sarkozy afirma que “la muerte del Euro sería el fin de Europa”. Algo no cuadra cuando los supuestos líderes que imponen el ‘contubernio de Deauville’ para lograr la estabilidad presupuestaria pactada en el 3% entre 2012  y 2013 mandan mensajes distintos sobre el Euro en el marco de la crisis económica internacional.

 

¿Es importante el Euro sin los estados miembros que lo emplean como su moneda única? Rotundamente, NO.

 

El Euro se estableció para el servicio de la UE y su ciudadanía, no al revés.

 

El gran error en el diseño de la unión resultante del Tratado de Maastricht es que se diera prioridad a la moneda única y a los asuntos económicos de los estados miembros entonces (12 en total), por encima de la unión política y social. Seguro que los que participaron en aquellos importantes acuerdos aun vivos (Kohl, Delors, González, Prodi, Soares o Juncker), hoy, lamentan haber dejado para sus sucesores el cierre del círculo entre lo económico, lo político y lo social. El Euro ha sido un instrumento válido aunque en ocasiones la semilla de la discordia a lo largo de su década de existencia. Así quedaron fuera aquellos (Reino Unido & Suecia) que no querían renunciar a su autonomía económica para poder ajustar mediante apreciaciones y devaluaciones sus respectivas monedas. Lo que parece olvidarse es que con el Euro en proceso de consolidación, se forzó la ampliación a 25 (Chipre, Estonia, Eslovaquia, Eslovenia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, República Checa) y posteriormente a 27 (Bulgaria & Rumania) porque tal ampliación favorecía en gran medida los intereses geo-políticos de Alemania al llevar el eje del ‘club europeo’ hacia Centroeuropa. Lo cierto es que la necesidad de una estrategia de defensa para la seguridad de la UE pasaba por afianzar el territorio con la incorporación  de los ex-estados del Pacto de Varsovia en la Unión y en la OSCE. En un principio, solamente son considerados Checoslovaquia (hoy República Checa & Eslovaquia), Hungría y Polonia, pero después se pensó tanto en el poderío político-militar como económico de la Unión  al agregar a otros estados menos preparados para la integración por la improvisación de su incorporación.

 

Polonia que en su día estaba ansiosa para pertenecer al Eurogrupo, hoy, tras las crisis de Grecia e Irlanda, se ha enfriado en su interés para renunciar al Zloty en favor del Euro. No hay que olvidar que este país ha ido levantando su economía sobre la base de las ayudas europeas (Fondos de Convergencia) y pasará a ser el más beneficiado cuando España deje de percibir los Fondos de Cohesión en 2013. Su crecimiento se ha basado en una actividad industrial ligada a industrias de otros estados de la UE, principalmente Alemania, al tener un coste laboral inferior a otros territorios más desarrollados como son Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y España. Además, al mantener su propia moneda, Polonia no ha sufrido las fuertes revalorizaciones del Euro en el cambio con otras monedas referenciales (Dólar USA, Yen o Libra Esterlina)  en el comercio internacional.

 

Por el contrario, Hungría, con un anterior gobierno de izquierdas caótico, no sólo ha desaprovechado mal las ayudas sino que hoy por hoy se encuentra en el punto de mira de los organismos mundiales y de la propia dirección de la UE. El actual gobierno conservador va a ver su labor de presidencia semestral dificultada y probablemente, sus propuestas serán cuestionadas o por lo menos miradas con lupa. A pesar de no estar en la zona de influencia de la moneda única, Hungría siente cada sacudida en el Eurogrupo como si lo estuviera. Lo mismo sucede a los miembros menos desarrollados de Centroeuropa y estados bálticos, que miran al Euro como referente y a los países desarrollados de la Eurozona como sus modelos.

 

Otra historia es el Reino Unido que se has mantenido firme en mantener su Libra Esterlina para asegurar cierta autonomía en su régimen fiscal y económico. A pesar de su posibilidad de apreciar o devaluar su moneda a antojo, lo que no se puede negar es que el debacle irlandés y los efectos del mismo sobre el Euro han iniciado un maremoto financiero aun no declarado, por la fuerte vinculación de la banca irlandesa a la británica. Quizá sea por esa razón que Cameron ofreciera de inmediato apoyo financiero desde 10 Downing Street nada más estallar la crisis. No se sabe la exacta magnitud de deterioro de la banca británica en sendos devaneos en Islandia, la zona del golfo, la sub-prime norteamericana o inversiones arriesgadas en Asia, por lo que la economía del Reino unido podría estar peor de lo que las agencias de rating le otorgan. Además, antes del año de la alianza entre los Tories y los liberales, el pacto pasa por momentos tensos que pueden acabar (como ya vislumbré al inicio) en una sonada ruptura. De momento, las turbulentas aguas se contienen pero el desajuste interno del tándem gobernante ha sufrido un serio revés en sus respectivas popularidades en favor del laborista Miliband.

 

Francia tampoco está para tirar cohetes. La insistencia alemana del saneamiento de los déficits estatales no es lo único que está perjudicando el crecimiento del país galo. Su industria está padeciendo el cambio desfavorable del Euro al Dólar USA en sus operaciones de exportación. Además, la competencia china no se limita a la balance favorable al país asiático sino que se intuye que China podría estar detrás del intento de espionaje industrial descubierto en la automovilística gala, Renault.

 

Para rematarlo todo, Bélgica no ha logrado formar gobierno 6 meses después de sus últimos comicios. El país parece estar dividido en dos, con necesidad de nuevas elecciones que poco harán cambiar la proporción entre flamencos y valones. Los nubarrones son algo más que económicos, al tratarse esta crisis de una seria amenaza de ruptura de uno de los estados fundadores de lo que hoy es la Unión Europea.

 

En resumen, ninguno de los 27 estará a salvo, ni siquiera Alemania que presume de un crecimiento del PIB en 2010 y creación de empleo, si la UE es incapaz de establecer una reglamentación económica común y una gobernanza financiera más allá del mero uso de una moneda única como el Euro.

 

 

 

Seguirá …..

 

 

Fernando Fuster-Fabra Fdz.

Consultor Estratégico en

Asuntos Europeos desde 1988

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

TEMPESTADES EN LAS ISLAS DE LA UNIÓN EUROPEA

Unión Europea - Espacio Schengen

 

 

 

 

 

 

 

 

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Comienza 2011 con presidencia semestral húngara tras el primer año de funcionamiento a trancas y barrancas del Tratado de Lisboa y numerosos sobresaltos en la eurozona.

El que crea que ya haya pasado lo peor para los 27 estados miembros de la Unión Europea, más vale que vaya preparándose para un año con más de un sobresalto. La crisis que ha llevado al rescate primero de Grecia e Irlanda después, no está ni por asomo superada aunque también es cierto que el planteamiento peyorativo de PIGS que pretende meter a Portugal, Irlanda, Grecia y España (Spain) en un mismo cesto no es más que un intento de camuflar la triste realidad de un ‘club europeo en discordia’ con carencia de sólido liderazgo. De la problemática bancaria de varios otros países de la UE metidos hasta las cejas en la crisis financiera mundial inicial basado en las hipotecas sub-prime y  los default swaps, además agravado por las medidas obsesivas anti-inflacionistas del BCE a lo largo de 2007-2009, viene la falta de criterio unificado y mensaje único de una Unión Europea que brilla más por su desunión e individualismo que por su coherencia con un solo ente político socio-económico. La UE que se ha ido forjando tras las arrancadas de caballo y paradas de burro de una Ángela Merkel empecinada a no seguir cayendo en popularidad en su estado federal, por lo que ha tenido que adoptar una postura más nacionalista que europeísta, en nada se parece a la unión de estados integrados en una única moneda bajo una gobernanza sincronizada europea social, económica y política.

Las tormentas que azotan al Euro no son las más peligrosas aunque sí las que están sirviendo para debilitar la estructura política en construcción sobre la base del último tratado rubricado en Lisboa tras una década de tiras y aflojas. Es por ese motivo que insisto en recalcar la carencia de liderazgo de estos gobernantes que nos tocan en turno, al no tener éstos suficiente visión de estadistas para vislumbrar la UE a la que debe aspirarse con vistas al 2020. Si Alemania ha logrado imponer parte de sus condiciones, no es por la sensatez de todas sus propuestas sino porque contó con el apoyo contubernito galo sumado a la falta de firme resistencia con liderato de los restantes gobernantes y el consentimiento complacido del británico, Cameron, a cambio de sus propias exigencias sobre los presupuestos para 2011.

Los que seguimos el crecimiento y la consolidación de este ‘club europeo’ desde sus inicios, somos conscientes que al llegar a los últimos caminos bifurcados, las rutas tomadas están alejándonos del objetivo fijado en el arranque de la unión a 6. Cierto es que ni Merkel ni Sarkozy ni Van Rompuy ni Barroso son estadistas de la talla de aquellos otros – Schumann, Monnet, De Gasperi & Spaak – que marcaron la hoja de ruta visionaria de una Unión Europea próspera y en paz consigo misma y con los demás estados del mundo. Tampoco brillan en liderazgo los restantes representantes de los estados más relevantes y alguno, como es el caso del italiano, se puede decir que posee más habilidades indeseables que deseables.

El Parlamento Europeo que ganó competencias con el Tratado de Lisboa, ha tenido sus primeros envites para enfrentarse tanto con la Comisión Europea presidida por Durao Barroso como con el Consejo Europeo de gobernantes capitaneado por Merkel y Sarkozy, con una puntuación algo confusa ante su cesión en el tema del presupuesto. Hoy, el potencial fortalecimiento de la autonomía del Europarlamento está en peligro.  A pesar de la activa intermediación de Van Rompuy, el futuro de la presidencia permanente se ha puesto en entredicho ante la clara influencia franco-germana en las propuestas de la supuesta primera autoridad oficial de la Unión. Del mismo modo, la segunda figura en la persona de la máxima representante diplomática de la UE otorgada a la británica Ashton, ni ha estado ni parece que se le espere. El excesivo protagonismo del tándem Merkel-Sarkozy ha pretendido en 2010 eclipsar tanto a Van Rompuy en la gestión ejecutiva como a Ashton en la de relaciones internacionales. Ya que decir de las permanentes intromisiones en asuntos reservados a los comisarios y al Presidente de la Comisión Europea, con un sonoro enfrentamiento tanto con el Presidente Durao Barroso como con la Comisaria de Justicia Reding.

Angela Merkel

Las tormentas no son puntuales y pasajeras sino más bien presagio de las tempestades prolongadas que están por llegar. Las inoportunas declaraciones de los miembros del gobierno Merkel y las propias de ésta han recibido duras críticas de otros líderes europeos, en particular del Presidente del Eurogrupo, el luxemburgués Juncker. Es la punta del iceberg de la discordia que se vislumbra ante el peligroso juego de la prolongación por conveniencias del eje franco-alemán, con claro perjuicio para los miembros sureños y los menos numerosos. Hay asuntos tan vitales como son los derechos de los 500 M de ciudadanos que componemos la actual Unión Europea que se están poniendo en entredicho en ese juego de acuerdos a dos o tres que ya van formando parte habitual en la gobernanza dictada por el eje franco-alemán.

¿Es una nuevo modus operandi consentido por los demás o una mera falta de reflejos de la otra veintena de gobernantes a la hora de plantar cara a las propuestas de la supuesta locomotora europea y su fogonero franco-magyar?

El año 2011 marca el inicio de la segunda década del nuevo milenio, con el ‘club de los 27’ rompiendo amarras con todos los compromisos que se adquirieron tan temprano como los acuerdos-base de Maastricht. Fue Alemania la que instó a dar cabida a los países de Centroeuropa y a los países ex-satélites de la desaparecida URSS en este selecto grupo europeo. Ahora, es esa misma Alemania, ya capitaneada en solitario por Merkel pero con socios liberales que veta la apertura del Tratado de Schengen a los rumanos y búlgaros que precipitadamente ingresaron en la UE con su bendición.

¿A qué se está jugando con todo este cambio de actitud económico-social en el seno de una agrupación de estados con 500 M de habitantes y una economía entre las primeras del mundo?

A pesar de ser un europeísta convencido, comienzo 2011 con decepción en lo que respecta a la gobernanza de la UE en todos los niveles. En parte, veo justificado el desinterés ciudadano en asuntos de la Unión, tanto por la falta de información transparente como por el escaso carisma del liderato que brilla por su ausencia. Cada día que pasa, los órganos europeos se hacen más burocráticos e ineficaces, y desde luego, más distantes de la población que constituye la verdadera fortaleza sobre cual se debe edificar el proyecto común de 27 estados y no solamente sobre la de la locomotora alemana que puede quedar averiada en cualquier momento.

Seguirá por temas en próximas entregas – política común, economía, asuntos sociales, justicia, ciudadanía, etc. …..

Fernando Fuster-Fabra Fdz.

Consultor Estratégico en

Asuntos Europeos desde 1988


UNIÓN EUROPEA: EL FALLIDO SALTO DEL TIGRE CELTA

¿Somos conscientes en España de lo que está sucediendo con nuestra economía a raíz del próximo rescate de Irlanda?

Pues si alguno no lo estuviera, es hora que se diera cuenta que nuestro país, como miembro del Eurogrupo, está siendo sometido a unas injustas presiones que nada tienen que ver con la gestión interna del Estado Español.

Aquellos que hubiesen seguido la evolución de la CEE,  posteriormente Unión Europea, a lo largo de las dos últimas décadas sabrán que Irlanda y España han sido y siguen siendo hasta 2012 los mayores beneficiarios de los denominados Fondos de Cohesión. Cada país receptor enfocó estrategias distintas en el uso de dichos fondos con el objetivo común de alcanzar niveles europeos exigibles para lograr economías equiparadas a los socios desarrollados.

Irlanda ha sido citada como ejemplo por no pocos por su supuesta fórmula milagrosa de desarrollo, por lo que fue bautizada como el ‘tigre celta’, con clara referencia comparativa con las economías emergentes asiáticas. El salto en su crecimiento se ha basado en la implantación de numerosos proyectos empresariales tanto industriales como de servicios en una política de ‘puertas abiertas’ a los inversores que crearan empleo. Sin embargo, esa política que ha permitido a Irlanda crecer tan espectacularmente tiene truco. Irlanda implantó unos impuestos de sociedades muy reducidos (12,5% & 10%, según antigüedad de la actividad), compitiendo de un modo cuestionable con los demás estados europeos captores de inversión extranjera.

El ‘boom del tigre celta’ obligó a Irlanda, asimismo, a ‘importar recursos humanos cualificados’ ante su falta interna de poder cubrir los puestos ofrecidos por grandes multinacionales y PYMES que vieron un filón impositivo más incentivos (subvenciones del 50-60% sobre inversión/gastos & 100% de la formación) al instalarse en ese país. Todo ello estuvo siempre aprobado por las autoridades de Bruselas.

Lo que no parece tenerse en cuenta es que Irlanda, a partir de ese desarrollo espectacular en industria y tecnología también se aventuró a una expansión en el sector bancario que le llevó a buscar mayores rentabilidades en otros países como el Reino Unido y otro no comunitario, Islandia. A su vez, los tres principales bancos de Islandia habían invertido enormes sumas en EE. UU. y el Reino Unido, así como en el estrafalario proyecto inmobiliario en Dubái. Ante la quiebra del sistema financiero islandés en 2008 y la crisis sub-prime estadounidense que enseguida contagió al Reino Unido y a la Eurozona, Islandia sufrió un debacle que arrastró a varios bancos, entre ellos el alemán Bayerische Landesbank, un banco público de Baviera. Dejó debilitado a varios bancos europeos, entre ellos los irlandeses, aunque nunca se estableció, por la objeción de Alemania, el alcance de los respectivos deterioros. En comparación, los bancos españoles apenas tenían inversiones en productos islandeses o anglo-sajones que les afectara ni tampoco excesiva deuda pública griega en el momento de esa crisis.

Irlanda empleó los Fondos de Cohesión para sembrar su pequeña geografía con aeropuertos (3 internacionales & 6 regionales) y desarrollar tres puertos marítimos principales conectados a destinos en el continente europeo y el resto del mundo. Habiendo actividad, Irlanda podía mantener un ritmo de consumo con una baja tasa del paro (4,3% en 2003) pero ante su entrada de cabeza al meollo de la crisis financiera y la explosión de su burbuja inmobiliaria, el paro se estima que alcanzó el 11,8% en 2009 y sigue subiendo. El consumo se desplomó y su próspera economía se convirtió en un caos.

Lo que no hay que olvidar es que en el salto fallido del tigre celta están involucrados numerosas empresas industriales y de servicios extranjeras, entre ellas británicas, alemanas y francesas. Por lo tanto, la crisis irlandesa va más allá de su pertenencia al vapuleado ‘club del Euro’ sino que también afectará los beneficios de multinacionales con sedes en territorios de la Unión y con financiación en haber de grandes bancos europeos.

España padece los efectos de la crisis irlandesa como sufrió la anterior crisis en Grecia. Tales efectos negativos nada tienen que ver con una posible insolvencia del Estado Español sino que son consecuencia de los vaivenes provocados, en muchos casos interesados, por los mercados y los capos financieros que dirigen esos movimientos.

Por esa razón, no saber sobre lo que se cuece en la Unión Europea es vivir a espaldas de nuestra realidad diaria.

¿Podemos seguir siendo indiferentes a decisiones tomadas en el seno de la UE cuando las mismas afectan prácticamente la totalidad de nuestra vida cotidiana y nuestro inmediato futuro?

Fernando Fuster-Fabra Fdz.

Estudioso del Comportamiento Humano

UNIÓN EUROPEA: LA MIOPÍA QUE EMBORRONA LA VISIÓN

  • Más que ideología, tened principios

Más que religión, ejerced moral

Más que política, practicad ética

-FFF

 

Apenas iniciada la última cumbre G-20 en Seúl, el foco de atención pasó del verdadero problema mundial que se pretendía discutir a un aviso de crisis en la eurozona. ¿Hasta que punto estaba cantado que sucediese esa distracción en ese preciso momento?

Los que se hayan dignado a leer mis últimos posts, y sobre todo, aquellos que han seguido mis blogs a lo largo del lustro que soy bloguero, verán que mis pronósticos siempre habían apuntado a este triste desenlace.

Tras un cúmulo de errores que vienen arrastrándose a lo largo de varios lustros por la miopía de los líderes que tomaron el relevo de aquellos que establecieron el marco europeo de Maastricht, hoy, nos encontramos con la imposición aún más miope de la prioridad germana por la estabilidad mediante el recorte de los respectivos gastos públicos como única medida para el cumplimiento del PEC (Pacto de Estabilidad y Crecimiento).

La unión de 27 estados miembros es mucho más que estabilidad y crecimiento. Es la vida diaria de más de 500 M de seres humanos que deben convivir en un marco común europeo con unas señas de identidad que van más allá de ser alemán, francés, español o polaco. Cierto es que hay un club monetario, la eurozona, que agrupan a 16 estados de la UE en normas que giran alrededor del Euro. Sin embargo, la crisis mundial afecta tanto a los europeos de la eurozona como a los que aún ostentan sus finanzas con divisas propias. Eso sí, los estados del Eurogrupo deben hacer de motor para asegurar que la UE tenga el nivel de desarrollo económico deseable para toda la zona de los 27 estados miembros. Los drásticos recortes del gasto público para ajustarlo al 3% del PEC sin lugar a dudas tendrá efectos nocivos no sólo en el crecimiento del estado miembro que lo tenga que aplicar (el caso de España y otra docena de países) sino que afectará políticas sociales hasta el punto de serias mermas en las ventajas logradas en las últimas tres décadas en el marco de la UE.

Y volviendo al PEC, los actuales líderes europeos han tomado el camino de la reducción de déficits, a mi entender, sin valorar otras alternativas que darían resultados más efectivos inmediatos aunque la recuperación del tope del 3% del gasto público tardara algún tiempo más en alcanzarse.

La corriente dominante en el seno de la gobernanza de la Unión está imponiendo la ideología liberal-conservadora por su mayoría en los gobiernos de los estados miembros. Sin embargo, parece haberse ya olvidado que precisamente la crisis financiera desatada al otro lado del Atlántico en EE. UU. tuvo su origen con ese exceso de desregulación que dio pie al libertinaje en sus actos de los mayores actores financieros en el mundo. He preguntado muchas veces a expertos del mundo financiero – ¿Por qué cuando estas entidades han ganado dinero no han querido supervisión y cuando han entrado en crisis han exigido rescate de fondos públicos? Nadie me ha sabido contestar para satisfacer mi duda sobre la inmoralidad de esa postura tan egoísta.

Las imposiciones del ‘contubernio de Deauville’ entre Merkel y Sarkozy no han tardado en generar nuevos problemas para la eurozona y la UE en su conjunto. Volvimos a tener el patio financiero revuelto, con algunos especuladores haciendo su agosto a costa de las economías apuntadas con el dedo acusado de Alemania como las débiles – Irlanda y Portugal. De paso, a España le ha costado un 32% más caro el colocar su deuda pública, gracias a declaraciones inoportunas para la UE pero muy beneficiosas para los grandes bancos, hedge funds y gestores de CDS’s, entre ellos bancos/gestores alemanes, franceses, británicos y norteamericanos.

¿Se puede emplear la política para dar cobertura a intereses particulares y nacionales por encima de los intereses de la Unión de los 27?

Una de dos, o estos líderes que ocupan las poltronas tienen miopía que les nubla la vista para ver a medio-largo plazo lo que conviene a la UE y el mundo, o se hacen los ciegos porque de ese modo creen estar beneficiando a los intereses específicos de sus estados.

En cualquier caso, como no me canso en repetir, estoy convenido desde el comienzo de esta crisis que el problema no es lo económico sino la crisis de ética que estamos padeciendo a todos los niveles.

Estamos ante un ‘terrorismo económico’ que está resultando ser más dañino que el terrorismo integrista de Al Qaeda; y probablemente pueda ser mortal para algunos estados como los de la eurozona, por el corsé monetario que les impide devaluar su moneda.

En el último G-20, hemos visto como las inefectivas discusiones no han resuelto ni mucho menos la denominada ‘guerra de las divisas’, por muy buenas intenciones que encierra la decepcionante declaración final. En realidad, no es sólo una pugna en el terreno de divisas lo que se afronta sino una verdadera ‘guerra comercial’ en toda regla donde tanto China como EE. UU. han jugado bazas poco éticas mientras la UE ha permanecido dividida como meros espectadores del vapuleo que está recibiendo el Euro.

¿Cuándo esperan reaccionar los líderes de la Unión al afronte comercial a Europa que se agrava en ese estado de estupor que se encuentra desde hace tiempo las negociaciones de la Ronda Doha?

Ángela Merkel se equivoca al querer imponer a sus socios europeos sus criterios que no van a contribuir a mejorar sus exportaciones (2/3 de la exportación alemana es a la UE) ni va a cubrir los más de 40.000 puestos técnicos para 2011 en Alemania con su dureza a la inmigración. ¿Cómo piensa seguir produciendo sin personal cualificado?

En todo este panorama, el lector debe saber que la UE se ha quedado sin presupuesto para 2011, por los enfrentamientos provocados con el Parlamento Europeo, a raíz de los pactos entre los del ‘contubernio de Deauville’ y el neófito primer ministro británico. Ello contribuirá a que la máquina burocrática europea aún ande más lenta de lo que ya suele hacer, en detrimento de acciones ágiles que deben haberse tomado ya.

Parece pretenderse que el poder vuelva a concentrarse en el Consejo Europeo de mandatarios, en contra de lo que dicta el Tratado de Lisboa. ¿Es esta la Europa que queremos y necesitamos? A mi entender, los líderes dominantes en la escena están viendo una visión muy distinta de la Unión que se ha ido forjando con gran esfuerzo de no pocos. De una UE líder del desarrollo sostenible y un Euro patrón en lo económico, están llevándonos a una segunda fila. Al mismo tiempo de renunciar sostener la hegemonía de un colectivo de potencias democráticas al frente del destino del mundo, están permitiendo que una potencia emergente de muy dudoso arraigo democrático y con corte totalitario tome el relevo a la primera potencia en decadencia.

¿Cuándo van a darse cuenta de su grave error?

Fernando Fuster-Fabra Fdz.

Estudioso del Comportamiento Humano

 

G-20, SEÚL: ENCUENTRO DE LÍDERES CUESTIONADOS

English Version :  http://wp.me/pv6EY-5N


Anoche  comenzó en Seúl  una nueva serie de reuniones entre los países que se dice copan la economía desarrollada y emergente del mundo. En este quinto encuentro desde el estallido de la crisis financiera, los países del denominado G-20 con algunos países como invitados, entre ellos España, van a intentar ponerse de acuerdo.

¿Sobre qué deben ponerse de acuerdo?

En las anteriores sesiones, ya acordaron medidas, casi ninguna de las cuales se ha llegado a plasmar en su integridad. Entre esos acuerdos, se pretendía ‘refundar el capitalismo’ o ‘mantener a raya los desmanes de la banca’, entre muchas otras similares declaraciones de buenas intenciones que han quedado en nada.

Escribía el 23 de junio que la G-20 de Toronto  http://wp.me/pRlnf-1a era la última oportunidad para que los líderes vieran la crisis desde otro ángulo, y me ratifico en mi afirmación. En los casi 6 meses que han transcurrido desde entonces, los líderes han sufrido un desgaste que les hace mucho menos creíbles que cuando comenzaron ese intento de una veintena para ser el nuevo foro impulsor de la economía mundial.

El Presidente norteamericano, Barack Obama, dejó hace mucho de ser el flamante galardonado del Nobel de la Paz para sufrir su primer serio revés electoral en las pasadas elecciones de mitad de mandato.

El Presidente galo, Nicholas Sarkozy, pasa por su momento de menos popularidad después de sobrevivir una oleada de huelgas contra su política de reforma de la edad de jubilación, justo cuando debe asumir la presidencia de turno del G-20. Éste es precisamente el que tan pomposamente anunciaba ante la Cumbre de Washington, D.C. en diciembre 2008 la ‘refundación del capitalismo’.

La canciller alemana, Ángela Merkel, aparente triunfadora en los ruedos europeos al imponer en parte su criterio para los recortes de déficit y medidas de regulación de los miembros de la UE, tampoco es creíble por los varapalos electorales recientes y el cuestionamiento del cambio en sus políticas sobre recorte de impuestos y cierre de las centrales nucleares.

El novato primer ministro británico, David Cameron, tras algún tropiezo protocolario en China camino al encuentro de Seúl, ha padecido su primera revuelta estudiantil in absentia en una actuación de los más jóvenes no protagonizada desde los tiempos de su venerada mentora, Margaret Thatcher.

Ni que decir del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, que no sólo está sometido a una reprimenda ética por sus devaneos sexuales sino que además ha sido prácticamente abandonado por su hasta ahora apoyo parlamentario, el ultra-conservador Gianfranco Fini.

El presidente ruso, Dimitri Medvédev, aún tiene la sombra de su mentor y actual primer ministro, Vladimir Putin, persiguiéndole a cada paso que da, sin saber exactamente quien será finalmente el nuevo zar de la Rusia en este milenio.

Naoto Kan, el actual primer ministro del Japón apenas aterrizó en la anterior reunión del G-20, sin haber destacado por aportación digna de mención hacia la búsqueda de una solución a la crisis internacional. Bastante tiene con mantenerse en el poder y no caer como su predecesor a los 8 meses en el cargo.

El anterior anfitrión, el primer ministro canadiense, Stephen Harper, no logró un comunicado final contundente en la cumbre G-20 de junio, y de allí que el distanciamiento ha ido abriendo una brecha en varios frentes hasta desatar en lo que se ha venido a llamar ‘la guerra de las divisas’. La amenaza de un G-2 que mencionaba en junio ahora es una guerra monetaria a dos entre los EE. UU. y China que devuelve al mundo al precipicio de otra más profunda crisis.

Arriba figuran los líderes del G-7, que con Rusia pasó a ser G-8. Además, en la G-8, se dio representación formal a una representación de la Unión Europea que también participa en la ampliada G-20. Ellos dirigían, hasta el momento de reconocimiento del G-20 como posible foro sustitutorio, los designios de la economía mundial.

El G-20 ha dado mayor relevancia a las potencias emergentes, de las cuales habrá que destacar a China, India y Brasil. De hecho, varios bloqueos de éstos contra las posturas de los socios veteranos del G-7 han obligado a replantearse acuerdos a partir de los últimos encuentros de este nuevo foro económico. Es más, su influencia se ha hecho notar en otros foros, algunos de bastante relieve como son la Ronda Doha para el nuevo tratado comercial y las cumbres sobre el cambio climático y medioambiente, la última en Copenhague que continuará en Cancún dentro de unos días.

El problema mundial no se puede restringir a los asuntos económicos y la política de déficits presupuestarios sino que debe verse desde ese otro ángulo de la interacción globalizada del comercio mundial hacia un reparto equitativo de la riqueza en el marco de un desarrollo sostenible que no acabe con nuestro planeta ni con las libertades y el bienestar social de sus habitantes.

Y esa falta de voluntad a moverse de sus poltronas para ver el problema desde otro ángulo, les tiene a estos líderes cuestionados en jaque, sin capacidad de reacción, menos de acción acertada.

Fernando Fuster-Fabra Fdz.

Estudioso del Comportamiento Humano

UNIÓN EUROPEA: EL CONTUBERNIO DE MEDÉA

En todo el fragor de la galopante crisis mundial, parece haberse pasado de alto en todos los 27 Estados Miembros de la UE la importancia de las decisiones tomadas en el encuentro informal de los líderes europeos hace escasamente 13 días. En ese último encuentro, después de cierto debate, parece haberse dado vía libre a las pretensiones alemanas de reabrir el Tratado de Lisboa para su modificación.

La ciudadanía europea, más de 500 M en el último censo, no parece darse cuenta que en las dos últimas semanas de octubre de 2010, previo al encuentro de líderes de los 27, se reunieron en Deauville dos de éstos – Ángela Merkel y Nicholas Sarkozy – para trazar una nueva hoja de ruta para el futuro no sólo de la UE sino también para establecer un nuevo orden geo-político mundial con una de las grandes superpotencias extra-comunitaria, Rusia.

¿Por qué pactos al margen de los restantes socios europeos?

En un semestre presidido por un país (Bélgica) con gobierno dimisionario porque ha sido un impracticable llegar a un acuerdo para formar nuevo ejecutivo tras las elecciones de junio, la presidencia de turno belga también ha sido incapaz de ejercer influencia alguna en el rumbo que ha ido tomando los devenires europeos al concluir el turno español del primer semestre de 2010. Con una incipiente puesta en marcha del Tratado de Lisboa para instalar a Herman Van Rompuy como Presidente Permanente de la Unión y a Catherine Ashton como Ministra de Exteriores, la flojera belga ha venido como anillo al dedo a las ambiciones del eje franco-alemán para doblegar a Van Rompuy a un papel más de gestor administrativo y dejar a Ashton casi sin funciones en la futura marcha de la UE en el escenario mundial.

El contubernio de Deauville promovido por la Medea del siglo XXI, Ángela Merkel, tiene captado al egocéntrico Nicholas Sarkozy, en horas bajas de popularidad y acosado por un escándalo de financiación ilegal de su partido en el caso Bettencourt (heredera de L’Oreal). Además, ha resurgido de las cenizas su enemigo político y rival para la presidencia de la República Francesa, Dominique De Villepin, ahora eximido de responsabilidad en el caso Clearwater y con un partido de corte conservador recién fundado. La Merkel tampoco goza de su mejor momento en Alemania, con una coalición con los Liberales de Westerwelle haciendo aguas, varias elecciones recientes perdidas y una creciente protesta por su cambio de rumbo en el asunto de recorte de impuestos y la prórroga de vida de las centrales nucleares alemanas.

Ambos líderes necesitan demostrar que priman sus estados por encima de los intereses de la Unión de los 27, por lo que las medidas que hoy propugnan arrancan en un recorte de los poderes que el Tratado de Lisboa, tras una década de debate, habían otorgado al Parlamento Europeo, al nuevo Presidente Permanente y a la nueva Ministra de Exteriores de la UE.

Con el pacto del contubernio de Deauville, nuestra moderna Medea, pretende poder sancionar a los Estados Miembros desde el Consejo Europeo de líderes, según una modificación, leve según asegura ella, donde el que incumpla el PEC (Pacto de Estabilidad & Crecimiento), con énfasis en la estabilidad por lo que los incumplimientos se miden por el exceso en gasto público, puedan ser suspendidos de recibir aquellos beneficios de la UE a los cuales tienen derecho. Aunque en la última reunión, los restantes miembros pudieron evitar esas ‘palabras mayores’, sin embargo, permitieron que la Merkel se saliera con la suya y abriera la ‘caja de pandora’ que se cerró con la firma y puesta en marcha del Tratado de Lisboa.

Digan lo que digan el tándem Merkel-Sarkozy, la revisión del pacto que tardó 10 años en ratificarse podrá dar pie al brote de numerosas propuestas de cambio por parte de euroescépticos en el seno de la Unión o de rebeldías en modo de chantaje emocional de otros miembros hoy en apuros.

Si, además, sumamos a todo ello el hecho que Deauville fue un encuentro también a tres bandas con Rusia para intentar negociar puntos estratégicos de defensa en el continente, a espaldas del pacto militar europeo (OSCE) y transatlántico americano-europeo (OTAN), podemos decir que los del ‘contubernio de Medea’ pueden haber herido de muerte una unificación militar de las fuerzas de la Unión. No hay que olvidar que, por otro lado, Francia ha alcanzado un acuerdo bilateral con el Reino Unido para emplear sus portaviones conjuntamente. Es el mismo Reino Unido de David Cameron que puede haber pactado apoyar al tándem en sus exigencias sobre el Tratado de Lisboa, a cambio de imponer un importante recorte en el presupuesto de la UE para 2011. Todo ello debe verse también en el contexto de las relaciones con una Rusia que si bien tiene en el encuentro con el Presidente Medvédev pretende allanar el camino, cualquier acuerdo que se pueda alcanzar siempre tendría que ser aprobado por un Vladimir Putin que aspira a recuperar la presidencia rusa en breve. Todo ello es para que los miembros de la Unión del Este de Europa sientan cierto recelo por las maniobras ‘medeaninas’ de Ángela Merkel.

¿Son únicamente acciones obsesivas en el terreno económico o nuestra Medea del siglo XXI juega algún posicionamiento más geo-político en el contexto de una Europa con otros partícipes?

Fernando Fuster-Fabra Fdz.

Estudioso del Comportamiento Humano

LA VERDADERA CRISIS EUROPEA, MÁS ALLÁ DE LO ECONÓMICO

En pleno semestre de presidencia española y coincidiendo con el vigesimoquinto aniversario de la firma del tratado de España con la CEE, los acontecimientos políticos en toda la extensión de la Unión Europea demuestran que lo económico es únicamente la punta del iceberg de la verdadera crisis europea.

Al inicio de esa presidencia, advertí sobre el riesgo que habría que afrontar http://espana-ue-tratadolisboa-crisis.blogspot.com/ y como había que manejar una postura global en vez de por parcela de estado miembro. Llevo un lustro avisando sobre los riesgos que la Unión Europea correría en caso de no resolver esa postura de ‘sálvese quien puede’ http://las-islas-llamadas-union-europea.blogspot.com/ que ya venía notándose http://la-union-que-no-llega.blogspot.com/ mucho antes de la crisis financiera.

Tras el varapalo a Alemania a la coalición conservadora-liberal en Renania del Norte-Westphalia y la formación de una nueva coalición conservadora-liberal en el Reino Unido para desplazar al primer ministro laborista, Gordon Brown, del Nº 10 de Downing St. https://fernandofusterfabrasblogesp.wordpress.com/2010/05/11/retorno-a-itaca-odisea-griega-por-los-mares-del-euro/ , esta semana han llegado los nuevos cambios en los Países Bajos y Bélgica que hacen muy incierto el futuro de la gobernanza europea desde Bruselas.

Los resultados en las elecciones anticipadas holandesas no sólo han servido para desbancar los ocho años de hegemonía democristiana en ese país para dar la victoria por la mínima (31 a 30 escaños) a los liberales de derechas sobre los socialdemócratas sino que han permitido aupar al partido conservador xenófobo de Geert Wilders al tercer puesto que ha pasado de 9 a 24 escaños. Además, los vencederos han incluido en su campaña una dura postura que cuestiona las ayudas europeas a los países en la senda de la convergencia hacia la Unión de 27 precisamente cuando varios nuevos miembros – Bulgaria, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania y Rumania – no pasan por sus mejores momentos y otros más veteranos como Grecia necesitan contar con apoyo comunitario.

Ayer, los resultados en Bélgica parecen haber sorprendido a algunos medios, cosa que no comprendo. Llevo meses indicando en mis informes confidenciales la casi seguridad del fortalecimiento del partido flamenco soberanista de derechas (N-VA), con el riesgo que ello supone para la unidad del estado belga en su actual configuración. La fortaleza N-VA (Nueva Alianza Flamenca) en el norte flamenco es compartido por los socialistas del sur (zona valona) que hace la negociación difícil aunque necesaria entre el partido flamenco de Bart De Wever y los socialistas francófonos de Elio di Rupo. La caída de los democristianos, partido al cual pertenece Herman Van Rompuy (ex primer ministro belga), acentúa más la división del mapa político de Bélgica. Para agravar más la situación, Bélgica debe tomar el relevo a España de la presidencia semestral de la Unión Europea cuando puede que aun no se haya alcanzado un acuerdo para formar gobierno.

Para los europeístas, el esmero con cual tres países – Suecia, España y Bélgica – planificaron los relevos después de la desgraciada presidencia checa era esperanzador para que por encima de ideologías se aplicaran políticas económicas y sociales beneficiosas para la Unión de los 27. Hoy, esa planificación puede verse truncada al asumir seguramente el mando del gobierno belga un primer ministro tutelado por una coalición forzada para evitar la quiebra del estado.

El actual mapa político de gobiernos europeos denota alianzas débiles gobernando en Alemania, Reino Unido y probablemente así serán las que gobiernen Bélgica y los Países Bajos. Además, recientes elecciones en algunos países europeos (Grecia, Hungría, Rumania) han cambiado los gobiernos y por lo tanto las políticas de esos países. Otros países (Polonia) también pasarán por las urnas en breve.

En todo ese mare magnum, no veo que dejen presidir la UE a Van Rompuy, con los tejes manejes de Ángela Merkel y Nicolás Sarkozy incordiando una ordenada dirección desde Bruselas. Ni tampoco arranca el pilar de una política exterior común según lo impuesto por el Tratado de Lisboa. Si ya tardamos diez años para lograr finalmente un acuerdo de ese pacto con un aplazamiento del plan político-económico del 2000, ahora resulta que las imposiciones de un puñado de líderes influyentes está truncando que el Pacto de Estabilidad y  Crecimiento (PAC) se vuelva a ejecutar tal cual se ideó en el marco del acuerdo de Maastricht, después de que unos países encabezado por Alemania las incumpliera hace ya más de un lustro.

Ello me lleva a la conclusión que la crisis de la Unión no es meramente económica sino de identidad política y social.

Y para los españoles, debe quedar claro que ya no somos un estado aislado sino que el 80% de la legislación que afecta nuestras vidas cotidianas depende de las decisiones en el marco de la Unión Europea de los 27. Por lo tanto, los acontecimientos de estos últimos seis meses bajo presidencia española ocurriera donde ocurriera en la UE van a marcar nuestras vidas para las siguientes décadas.

¿Vamos a hacer algo para participar activamente o  vamos a abdicar a que otros dicten nuestro futuro?

Fernando Fuster-Fabra

Barcelona